10 reglas básicas que considero fundamentales
para afrontar la tarea de educar:
1-NUNCA FALTES AL RESPETO A UN NIÑO. Evita por todos los medios gritar, insultar,
amenazar, pegar, castigar, humillar o despreciar con gestos a los niños. Parece
obvio, pero está claro que no lo es. Ante una posible
falta de respeto de un niño hacia nosotros, nunca olvidemos que el que está
aprendiendo aún es él y que nuestra respuesta coherente, tranquila y
equilibrada será la clave de su aprendizaje.
2- CREA UN
BUEN CLIMA. Intentemos
crear un ambiente relajado y cordial. Los niños son verdaderas esponjas y se
fijan mucho más en el lenguaje corporal y en el ambiente que en lo que decimos,
con ellos no sirven las contradicciones. El ambiente
de prisas y tensión en el que hoy en día nos hemos acostumbrado a vivir no
ayuda a la hora de educar. Los
niños no sólo lo perciben, sino que lo comparten y lo reflejan en forma de
comportamientos indeseados.
3- LAS NORMAS: POCAS Y CLARAS. Es fundamental que las normas básicas que escojamos tengan un sentido
para todos, debemos acordarlas en grupo o en familia, explicar el por qué esa
norma es importante y acordar qué va a pasar si alguien (incluidos nosotros) no
la cumple. El niño debe
comprender, aceptar, interiorizar y asumir como propias todas las normas que le
presentemos.
4- ESTABLECE
UN ORDEN EN SU VIDA. Los niños no pueden controlar el orden de los
acontecimientos ni lo que les va a suceder a continuación. Su sentido del
tiempo es además inmaduro. Por lo
tanto, es vital para que se sientan seguros, tranquilos y con un cierto control
de lo que sucede en su vida que establezcamos rutinas muy marcadas y anunciemos
todo lo que se salga de esas rutinas.
5-REGÁLALE TU PRESENCIA. A nadie le gusta que le ignoren ni que le
menosprecien; a los niños tampoco. Un niño que se siente ignorado
difícilmente podrá desarrollarse bien y por lo tanto su comportamiento no será
el que nos gustaría. En nuestra mano está.
6- AMOR VERSUS AUTONOMÍA. Constantemente veo cómo se confunden la autonomía
del niño y las muestras de amor o cariño hacia él. La autonomía sirve al
niño para hacer crecer su autoestima y le da herramientas para afrontar las
pequeñas tareas cotidianas. Esto
no está reñido en absoluto con mimar, acariciar, besar, cantar, contar cuentos,
dormir abrazados…
7- EMPATÍA:
PONTE EN SU LUGAR. Para que exista una comunicación eficaz es
necesario: que el receptor comprenda el mensaje. Que exista reciprocidad
(el adulto también debe escuchar los mensajes del niño y comprenderlos).
8- RESPÉTATE A TI MISMO; EXIGE RESPETO. Nuestro
ejemplo es fundamental, por supuesto, pero no suficiente. El ser humano aprende de las
respuestas que recibe de su entorno. Las
emociones también se aprenden y nuestras respuestas emocionales como el llanto,
el enfado, la risa, la tristeza, etc. no deben ocultarse ya que forman parte de
nuestra humanidad.
9-APRENDE DE ELLOS. SON NUESTROS MEJORES MAESTROS. Los niños nos
enseñan cada día a ser buenos educadores. Si hemos logrado respetar, crear un
buen clima, tener normas claras, establecer rutinas, estar verdaderamente presentes
y ponernos en su lugar, ya sólo nos queda observar con atención todo lo que
tienen que enseñarnos. No hay nada más puro, limpio y satisfactorio que
una relación sana con un niño, pero hay que tener valor para querer verse
reflejado y humildad para dejar que te enseñen.
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